Aunque el circuito de Imola es uno de los más famosos de la Fórmula Uno, no fue hasta 1980 que se integró al calendario de la máxima, al menos de manera oficial, porque en 1963 y 1979 recibió grandes premios que no fueron válidos para el campeonato.

El debut de Imola se dio como reemplazo del tradicional GP de Italia que habitualmente se corre en Monza, circuito que estaba en obras en 1980 tras el trágico accidente de Ronnie Peterson (ver más) en 1978. Allí, Carlos Reutemann finalizó tercero con un Williams.

En 1981, Imola fue definitivamente integrada al calendario de F1, pero representando a la República de San Marino, distante a 100 km del circuito. Lole repitió escudería y resultado, mientras que Miguel Angel Guerra abandonó en la largada con un Osella.

Con el retiro del santafesino, hubo que esperar hasta 1988 para ver a otro argentino en Imola. Oscar Larrauri, a bordo de un EuroBrun, no superó la etapa clasificatoria y ni siquiera largó.

Una década después, Esteban Tuero tuvo su mejor actuación en la F1, consiguiendo un octavo puesto a bordo del Minardi. Con la misma escudería, dos años después, Gastón Mazzacane logró terminar 13° y un año más tarde, en 2001, abandonó a bordo de un Prost.

El Gran Premio de San Marino sobrevivió hasta 2006 y no ha vuelto al calendario, pero Imola retornó en 2020, cuando por la pandemia la FIA tuvo que dar de baja muchas plazas y sumar otras en Europa.

Renombrado como Gran Premio de Emilia-Romagna, el circuito de Imola repitió en 2021 como reemplazo de China y desde allí se mantuvo en el calendario (solo faltó en 2023 a causa de las inundaciones de la región).

Colapinto será el primer argentino en correr este Gran Premio y el quinto en hacerlo en Imola, que tiene la pesada herencia de ser el circuito en el que perdió la vida Ayrton Senna, en 1994 (ver más).