Lo organizó la empresa alemana Dekra, para comprobar cómo evolucionó la seguridad pasiva en 35 años, comparando dos VW Golf.
La empresa alemana Dekra, que no tiene relación con Euro NCAP, pero es una organización dedicada a pruebas e inspecciones de vehículos desde hace 100 años, realizó una prueba de impacto de un VW Golf de 1989 para comprobar su nivel de seguridad y compararlo con un modelo actual.
Dekra tomó un Golf de segunda generación (vendido entre 1983 y 1992) y lo sometió a las pruebas del protocolo de Euro NCAP de 2020.
Aunque Dekra no puntuó con estrellas el impacto, los resultados están a la vista. La organización aseguró que “en el Golf II, los ocupantes habrían tenido pocas posibilidades de sobrevivir debido al colapso del habitáculo, la profunda penetración de componentes del vehículo en él, la desaceleración y el impacto en el volante”.
Dekra también realizó pruebas dinámicas con otro Golf del mismo año en perfecto estado. Comprobó que las distancias de frenado son 30% peores que las que obtiene un Golf actual.
En la prueba del alce, la velocidad máxima alcanzada por el Golf II fue de 65 km/h, 10 km/h menos que la que se logró con el Golf VIII. Además, en esa prueba, la rueda trasera interior del modelo del siglo pasado perdió contacto con el asfalto, algo que no sucedió con el actual modelo.
El organismo también destacó el rendimiento de las luces led (delanteras y traseras) y el uso de la tercera luz de freno (que no estaba disponible en el Golf II).



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