Prueba: Honda Tornado XR300L

Manejamos la renovada moto de Honda, que cambia el motor y suma muchas novedades sin modificar su principal argumento de venta.

Informe: Mariano Cavallaro
Fotos: Miguel Oteiza

En Motoweb nos estamos acostumbrando, de a poquito, a hacer lo que más nos gusta: probar las novedades que van saliendo al mercado. Ya nos subimos a la Elite (ver prueba) y pronto llegarán muchas más, de otras marcas. 

Esta vez le tocó a un verdadero clásico del mercado argentino, la Honda Tornado, que el año pasado sumó una nueva motorización y otros bienvenidos cambios que reclamaban los incontables usuarios que el modelo ha conquistado desde 2005, cuando debutó en Argentina con la XR250.

Desde allí, la Tornado se convirtió en un verdadero boom de ventas, atacando un segmento que si bien tenía algunas propuestas, no estaba debidamente explorado.

La moto de Honda es especialmente buscada para quien gusta del enduro, pero también para el que quiere una moto que pueda con todos los terrenos incluso en una ciudad, ya sea en una muy populosa como Buenos Aires, o en cualquier pueblo del interior.

Es la on-off por excelencia gracias a su bajo costo de mantenimiento, la disponibilidad de repuestos y la facilidad de uso, atributos que le valieron también el uso non-sancto que todos conocemos.

En términos de diseño, la moto que se arma en planta que Honda posee en Campana muestra cambios que no modificaron el estilo de siempre, pero que se notan.

Uno de ellos es el tablero, que incorporó más información en la computadora y el muy bienvenido nivel de combustible. Lo malo es que Honda no aprovechó para sumar un puerto USB, fundamental en estos tiempos hiperconectados, pero más aún cuando un simple inflador que te puede sacar de un aprieto funciona con esta tecnología.

El faro principal apenas modificó su formato, pero lo más importante es que sumó la tecnología led. También hubo cambios en los plásticos de la carrocería, en los logos y en la protección del tubo de escape. Incluso la posición de manejo es 10 mm más elevada. Ah, y se sumó un nuevo color gris, muy de moda, a los clásicos blanco y rojo.

Sin embargo, la mayor novedad está en el motor. Del 249 cc se pasó al 294 cc, con la inclusión de la inyección electrónica, dejando atrás el viejo sistema de carburador. Esto modificó levemente la potencia y el torque (ahora de 24 CV y 26 Nm), el cual se obtiene a menos vueltas, lo que mejora la entrega desde abajo. Junto a esto, se mejoró el tren de válvulas, se sumaron bujías de iridio y el embrague antirebote, sin modificar la caja de seis marchas. 

La inclusión de la inyección se nota más que nada en el consumo, que pese al aumento de cilindrada se mantienen casi inalterado. Y a eso se suma el aumento de casi dos litros en el tanque, lo que extiende la autonomía. Pero los cambios también se aprecian en en andar, ya que se la nota más suave y ágil, con ese plus de tener la potencia disponible desde antes.

En seguridad, la Tornado también muestra la evolución que demandaba su clientela: ABS de doble canal, freno a disco trasero y un disco de mayor diámetro adelante (ambos de la marca Nissin) mejoraron notablemente el desempeño. La única contra es que el ABS no es desconectable, algo siempre muy útil en este tipo de motos.

La suspensión trasera incorporó un amortiguador Showa con siete niveles de precarga (antes eran solo tres) y una operación mucho más sencilla que ya no requiere desarmar el asiento. Las herramientas vienen incluso en una práctica cartuchera. 

Este último cambio se hace notar sobre todo en los caminos en buen estado, donde la Tornado mejoró el confort de marcha, a lo que se suma esa suavidad de maniobra que la mantiene como una de las motos más ágiles y fáciles de manejar del mercado. 

En el off sigue siendo una referencia cuando se pone en la balanza las aptitudes y el precio. Es perfecta para quienes se inician en el enduro, pero también una aliada incondicional para los más experimentados.

La Tornado tiene una muy bien ganada fama de irrompible, pero incluso si algo no quedó del todo bien luego de una paliza en el barro, la piedra o la arena, tener una moto tan popular da la tranquilidad de saber que por más que estés muy lejos de casa, vas a poder encontrar cualquier respuesto o un mecánico que sepa cómo arreglarla sin tanta historia. 

Más que una actualización, esta Tornado 300 es una evolución de la 250, un verdadero icono entre los motoqueros. Un salto necesario, más que nada en potencia y seguridad, sabiendo que cada vez hay más y mejores rivales. 

En ese listado entran las KTM 250 Adventure y Yamaha XTZ 250, un poco por detrás las Benelli TKR 251 y Voge 300 Rally y luego las Corven TXR 250, Motomel Skua 250 y Zontes ZT 250.

El precio de la Tornado XR300L es de 10.425.400 pesos, algo elevado mirando esa lista de competidores, pero apoyado en la tranquilidad y respaldo que siempre brinda Honda en la posventa y la reventa.

A favor
Mejoras evidentes 
Consumo general
Uso dual

En contra
Sin ABS descontable
Precio elevado
Sin entrada USB

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2 Comments

  • marcos A
    19 julio, 2025, 8:58 am

    scooter?

    REPLY
    • Autoweb@marcos A
      20 julio, 2025, 3:46 pm

      Quedó un copete viejo, claramente. Gracias

      REPLY